FOTO: Sara Janini
Extracto del artículo publicado en el nº 116-117 de la Revista Ábaco
Belén Rodríguez-Fonseca
Investigación realizada por el grupo TROPA de la Universidad Complutense de Madrid con la Universidad Cheick Anta Diop de Dakar (Senegal)
El Sahel, situado en el norte de África, forma una frontera natural entre el desierto del Sahara al norte y los trópicos al sur. Así, aunque la agricultura y el pastoreo son los sectores más importantes de la economía del Sahel y proporcionan un medio de vida a la mayoría de la población, otros sectores como la pesca también son importantes para su sociedad, ya que la costa occidental del Sahel alberga uno de los ecosistemas marinos más ricos del mundo.
La población del Sahel supera los 300 millones de personas, siendo Nigeria el país más poblado con 206 millones de habitantes. Además, el Sahel es una de las sociedades de más rápido crecimiento del mundo y se espera que la población
crezca más del doble de aquí a 2050.
El cambio climático es una amenaza cada vez más grave en África debido a su vulnerabilidad. En concreto, la región del Sahel es una de las más vulnerables a los efectos del cambio climático, siendo algunas de sus causas la degradación medioambiental, la pobreza, la inseguridad alimentaria, el rápido crecimiento de la población, la desigualdad de género, la inestabilidad política y los conflictos violentos.
El índice de Adaptación Global de Notre Dame (ND-GAIN) resume la vulnerabilidad de un país al cambio climático y a otros retos globales en combinación con su preparación para mejorar la resiliencia. Basándose en él, los países del Sahel se sitúan entre el 20% de los más vulnerables y menos preparados para el cambio climático.
Por otra parte, la región del Sahel se caracteriza por tener uno de los regímenes de precipitación más variables de todo el globo a escalas de una o varias estaciones (intra-escacional) a una o varias décadas (inter-decadal). Estos cambios a largo plazo representan aproximadamente el 50 % de la variabilidad total de la lluvia registrada anualmente en esta región tan vulnerable (KITOH et al. 2020). Como consecuencia de esta gran variabilidad de la lluvia, durante determinados años (p. ej. 1984) y/o décadas (p. ej. 1980-2000) la precipitación acumulada en el Sahel es muy inferior a la media, provocando situaciones de sequía extrema y, por tanto, restricciones de acceso al agua. La inseguridad alimentaria, consecuencia de las sequías (por disminución de los pastos y las cosechas) es una de las causas más importantes para los movimientos migratorios desde zonas rurales hacia grandes ciudades del Sahel, como los que han tenido lugar en el pasado reciente (p. ej. durante la larga sequía de finales del S. XX, CARBONE Ed, 2017). En la predicción a futuro, a los factores climáticos es preciso añadir otros factores socioeconómicos como son el aumento esperado en la población del Sahel durante el siglo XXI, un mayor uso del agua para agricultura y generación de electricidad y cambios en los usos del suelo.
Las precipitaciones que se producen en el Sahel son parte del Monzón de África occidental, que tiene lugar entre junio y septiembre. Este monzón tiene tres fases distintas: el periodo de inicio (marzo-mayo), el periodo de lluvias altas (junio-agosto) y el retroceso hacia el sur (septiembre-octubre) (LE BARBE et al. 2002 ) Esta migración hacia el norte del cinturón de precipitaciones constituye el inicio del monzón (SULTAN y JANICOT 2003, RAJ et al., 2018). El retroceso hacia el sur, que es la última fase del ciclo anual del WAM, comienza en septiembre.
El viento es también crucial en esta región del mundo. Frente a la costa de Senegal y Mauritania, y entre los meses de febrero y abril, los vientos del norte paralelos a la costa soplan intensamente, impactando sobre la superficie del mar . El efecto de la rotación de la tierra desvía estos vientos hacia el oeste, los cuales desplazan las aguas superficiales del Atlántico hacia el interior del océano. Al desplazarse el agua superficial frente a la costa, las aguas del fondo, ricas en nutrientes, afloran, dando vida a todo un ecosistema marino y un reservorio pesquero de gran importancia socio-económica, en forma de aumento de clorofila observada.
El impacto que las variaciones de la lluvia y el viento tienen sobre la región del Sahel es muy alto dado que éstas pueden afectar a los cultivos, al pastoreo y a la pesca (TOURE et al., 2022; WADE et al., 2022). Además, enfermedades vectoriales como la malaria, dependen fuertemente de la temperatura y la precipitación, de manera que la incidencia de dicha enfermedad cambia con variaciones en dichas variables (DIOUF et al., 2020).
Es de gran importancia, por ello, poder conocer el efecto que los cambios en las condiciones climáticas tienen sobre esta región del planeta con el fin de poder dar un buen servicio climático a esta sociedad y a la gestión de su recursos y su población.
El grupo TROPA-UCM (tropa.fis.ucm.es) es un grupo excelente de la Universidad Complutense de Madrid, con gran experiencia en investigación en la región del Sahel, tanto en el marco de proyectos europeos de investigación como en el marco de proyectos de cooperación y voluntariado.
Desde el punto de vista de la investigación, proyectos europeos como AMMA, PREFACE o TRIATLAS han contribuido a un mejor conocimiento del monzón de África occidental, a una mejora de los modelos climáticos que representan la variabilidad de la región y a una mejor modelización de los ecosistemas marinos de la región, todo ello con el fin de conseguir una mayor sostenibilidad y aprovechamiento de los recursos. En estos proyectos ha trabajado el grupo TROPA pero siempre contando con los y las investigadoras senegaleses, siendo conscientes del retorno que suponían los resultados de estas investigaciones.
No obstante, el acercamiento a la región del Sahel no se ha realizado sólo en el marco de estos proyectos, sino mediante el contacto directo con el laboratorio de Física de la Atmósfera y el Océano Simeon Fongang (LFAOSF) de Dakar. TROPA ha trabajado activamente en cooperación con este laboratorio de la Universidad Cheikh Anta Diop de Dakar (UCAD, Senegal), tanto participando en la docencia de Máster como en la formación de doctores. Todo esto ha sido posible gracias a programas de movilidad como Erasmus Plus y Erasmus Mundus, proyectos de las convocatorias de Cooperación al Desarrollo del Vicerrectorado de Relaciones Institucionales y Cooperación UCM y de las Convocatorias I-COOP del Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC).
La cooperación, durante esta larga trayectoria, ha consistido en incrementar las capacidades investigadoras docentes y tecnológicas del LPAOSF. Además, gracias a esta colaboración, TROPA ha ampliado notablemente su experiencia docente y sus capacidades investigadoras al trabajar codo con codo, y sobre el terreno, con docentes e investigadores pertenecientes a un país ubicado en el corazón del Sahel y con ricos conocimientos sobre el clima de la región.
El Sahel es un laboratorio natural para el estudio de la variabilidad y el cambio climático. En los años 1970 comenzó una sequía sin precedentes que se extendió durante 2 décadas, llevando a esta región a una época de decadencia y migraciones internas. Estudios del grupo TROPA han demostrado que esta sequía podría haberse predicho con un mejor conocimiento de la variabilidad de las temperaturas de la superficie del mar en el Atlántico Norte, lo que se conoce como Oscilación Multidecadal del Atlántico (Mohino et al., 2011). Esta oscilación produce periodos extensos de sequía cuando las aguas superficiales del Atlántico norte permanecen mas frías que las del Atlántico sur produciendo que el régimen de lluvias estacional no se produzca de la misma forma sobre la región. Asimismo, investigaciones de TROPA han demostrado que, de un año para otro, las lluvias extremas son mas frecuentes cuando en el Pacífico tiene lugar una Niña, asociada a un enfriamiento de la temperatura del mar en el Pacífico ecuatorial (RODRíGUEZ-FONSECA et al., 2016; DIAKHATE et al., 2020). Además, este enfriamiento produce una mayor proliferación del mosquito anófeles por una mayor presencia de charcos asociados a las precipitaciones mas frecuentes; lo que conlleva la aparición de brotes de malaria (DIOUF et al, 2021).
Estos son algunos de los resultados fruto de la estrecha y afianzada colaboración entre el grupo TROPA y el LFAOSF. El fin último de las investigaciones realizadas ha sido que el esfuerzo retornase a la sociedad senegalesa dotándola de un mejor conocimiento de su clima, su variabilidad y el impacto que tiene en la supervivencia y desarrollo de toda la región del Sahel. Pero, además, se ha pretendido que los investigadores e investigadoras senegaleses se involucraran en la formación de los estudiantes del grupo TROPA. Así, se ha producido un intercambio de métodos y técnicas de investigación entre ambos grupos.
En este contexto se han co-dirigido Tesis Doctorales, se han publicado artículos en revistas científicas de alto impacto y se han generado herramientas de modelización e infraestructuras de observación meteorológica. Se han dirigido numerosos Trabajos de Fin de Máster entre personal UCAD y UCM y hasta la fecha se han defendido 3 tesis doctorales con co-dirección UCAD – UCM. En la actualidad, se están dirigiendo otras 4. Por otro lado durante los años 2020, 2021 y 2022, gracias al programa Erasmus + nos han visitado profesores de la UCAD que a su vez a colaborado con labores docentes en las asignaturas de Dinámica Atmosférica y análisis de datos en Meteorología del Máster en Meteorología y Geofísica de la Universidad Complutense de Madrid.
Además, aprovechando los programas de voluntariado financiados por Comunidad de Madrid para estudiantes de Grado y Master, se ha involucrado a estudiantes en las acciones de cooperación llevadas a cabo por TROPA en Dakar. Así, en los años 2022 y 2023 estudiantes de la UCM han pasado 3 meses en dicho laboratorio de Dakar, compartiendo el espacio físico y las discusiones con los y las colegas senegaleses, lo cual es la mejor manera de acercamiento a su realidad social.
Tras tantos años de trabajo, en 2022 se ha consolidado la red UcadMet.net (http://ucadmet.net) que pretende hacer realidad el fruto sostenible de esta colaboración mediante la creación de una plataforma de observación meteorológica inédita tanto por la región del Sahel en la que se ubica, por la calidad e interés de las observaciones que se realizan, y finalmente, por la forma en que las dos entidades universitarias han conseguido garantizar su sostenibilidad desde sus comienzos en 2012. Así, episodios intensos de precipitación como el ocurrido en agosto de 2022, donde se registraron 85 litros en menos de 24 horas, se pudieron medir por primera vez. Se trata del único registro de este evento que causó importantes daños en la ciudad de Dakar. Se espera que, como consecuencia de las observaciones realizadas por la red UCadmet.net, aumente considerablemente el conocimiento de los procesos que dan lugar a los fenómenos meteorológicos extremos y el cambio climático.
El artículo completo está disponible en el número 116-117 de la Revista Ábaco.
Pincha en el botón inferior para adquirir la revista.