La Bienal de Arte de Shanghai estrena escenario y se muda a una antigua central térmica y aspira a llegar a los ocho millones de visitantes.
La Bienal de Shanghai celebra su novena edición en el que a partir de ahora es el nuevo Museo de Arte Contemporáneo de la ciudad, la antigua central térmica de Nanshi, conocida como la cuna de la industria moderna en China, que sirvió como sede del Pabellón del Futuro durante la Exposición Universal de Shanghai de 2010.
Esta nueva sede supone una ampliación importante de las dimensiones de la Bienal, por lo que se espera que más de 8 millones de visitantes acudan al evento, que está comisariado por Qui Zhijie, junto con Boris Efimovich Groys, Jens Hoffmann, Johnson Chang Tsong-Zung.
Bajo el apoyo del Ministerio de Cultura de China y la Administración Municipal, el Museo de Arte de Shanghai organizó las anteriores ediciones de la Bienal de Shanghai, desde que se celebró la primera, en 1996.
El objetivo de la Bienal, que permanecerá abierta hasta el 31 de marzo de 2013, es ampliar la importancia de la ciudad como la «puerta de entrada al Oeste» a través del sector de las artes y servir como una plataforma internacional para la representación de China, y de Shanghai en particular.
La Bienal de Shanghai no sólo proporciona una plataforma para el escaparate de la producción artística contemporánea, pero también como foro donde los artistas pueden encontrarse, cuestionar su trabajo y ampliar su experiencia.
Los organizadores explican que la localización no es el único cambio y ponen de ejemplo a la nación en general, que ha dejado de fijarse solamente en cifras económicas para ser más comprensiva con el progreso social, lo cual puede verse directamente reflejado en la Bienal, con la transformación a ser un proveedor de soluciones para los problemas sociales y al renacimiento de una verdadera cultura contemporánea.
También se llama a participar activamente en la búsqueda de soluciones para la situación cultural internacional a través de la temática “Reactivación” y por ello se invita a participar por primera vez en una Bienal a 29 ciudades del mundo, entre ellas Barcelona, Ciudad de México, Lima, Bogotá, Mumbai y Moscú.
Shanghai, en su búsqueda para convertirse en una ciudad internacional, llega incluso a ser considerada por muchos como una ciudad extranjera dentro de China.
“Esta ciudad puede encontrar su propia identidad a través de la confrontación con otros lugares, puertos y amigos, que ha retratado la situación actual del arte no de forma genérica, pero en los proyectos puntuales y pertinentes presentadas en cada pabellón”, explican desde la organización.
El Pabellón de Barcelona ocupa 500 metros cuadrados con un proyecto titulado “Sabores & Lenguas Gemelas”, del artista Antoni Miralda, que une a través de imágenes de platos, cocinas y mercados tomadas en barrios de Shanghai y Barcelona, ciudades hermanadas desde 2001, las tradiciones culinarias y comunidades culturales de las dos.
Texto y fotos: Rita Álvarez Tudela
Shanghai (China)