Reseña publicada en el nº 114 de la Revista Ábaco

Coordinadores: Linarejos Cruz Pérez y Joaquín Ibáñez Montoya
ISBN-978-078-84-126106-0-4

Reseña por David Escudero
Departamento de Composición Arquitectónica(ETSAM)
Universidad Politécnica de Madrid

Todavía hoy resuena aquel divertido juego que los surrealistas franceses inventaron hace casi cien años: le cadavre exquis —cadáver exquisito en su traducción al español—. El juego, ampliamente conocido e influyente, consiste en la elaboración colectiva de un texto por turnos sin conocer lo escrito por quienes precedían. Como confesó el propio André Breton —uno de los protagonistas de su invención—, el juego nació con vocación lúdica pero inesperadamente se convirtió en una herramienta de exploración intelectual.

En Patrimonio industrial en conflicto (Gijón: CICEES, 2022) Linarejos Cruz y Joaquín Ibáñez proponen una exploración intelectual similar: la redacción de un texto estructurado al que cada semana debía añadir contenido quien lo recibía. Como resultado, el libro se presenta como una suerte de cadáver exquisito reinventado, escrito por catorce mujeres desde «una aproximación fractal», como reza el subtítulo del libro. Guiadas por ambos editores, las catorce especialistas en patrimonio industrial repasan a una voz los retos más relevantes de un momento tan cambiante e impredecible como el actual.

El libro propone una tenaz mirada al presente y al futuro del patrimonio industrial en torno a grandes temas que se encuentran en el foco del debate: la difícil relación industria-progreso a día de hoy, derivada de la transformación de la propia idea de progreso —y de la de industria— en el siglo XXI; la importancia de comprender el patrimonio como herencia colectiva, es decir, como legado que recibimos y que otros recibirán, y como huella tangible de la memoria; o la mirada al patrimonio industrial como testigo de los procesos contemporáneos de consumo y desarrollo económico. Y lo hace, con acierto, en torno a varias preguntas que los editores sintetizan en una sola cuya respuesta a la vez se omite y se desvela: «¿Vamos por buen camino?».

Como afirman los editores, «adaptar el tratamiento cultural del patrimonio industrial a las evoluciones actuales es radicalmente necesario». A partir de tan nítida aserción, las catorce autoras componen, cual banda de jazz, una pieza escrita «a veintiocho manos» y en doce capítulos que abordan la cultura del trabajo, la noción de lo metaindustrial, la relación entre turismo y musealización, o el rol actual de la arqueología o del inventariado, entre otros. En síntesis, la idea perseguida por los editores debe ser elogiada, no sólo por lo innovador como texto verdaderamente colectivo —escrito de manera conjunta—, sino también por su exitosa factura, llevada a cabo por catorce mujeres. Porque, como el único hombre involucrado en el libro recuerda, «a la complicidad de las mujeres en esta batalla para revisar la sostenibilidad del patrimonio cultural industrial se debe añadir su interpretación y compromiso».

Reseña publicada en el nº 114 de la Revista Ábaco