FOTO: Foto de San Fermin Pamplona – Navarra en Unsplash

Extracto del artículo publicado en el nº 112-113 de la Revista Ábaco

Joaquín Sabaté Bel
Doctor Arquitecto
Catedrático de Urbanismo e investigador Universidad Politécnica de Cataluña (UPC)

Muchas actividades festivas se desarrollan en espacios singulares y los caracterizan. En algunas ocasiones, dichas actividades y espacios están íntimamente relacionados y resultan memorables. Hablamos entonces de lugares y eventos comunicativos, porque transmiten información de la historia de la ciudad y de sus tradiciones. Muchas veces, aunque no siempre, estos eventos son de origen tradicional y los lugares acumulan historia. Así sucede con el Palio y el campo de Siena (Italia) o con la Patum y la plaza del ayuntamiento de Berga (Barcelona), también con los Sanfermines en el casco antiguo de Pamplona.

Pero hay fiestas de invención reciente, como Gerona en Flor, que apenas tiene 60 años, con instalaciones florales en calles, plazas, y patios de edificios públicos y privados. Algunas, incluso, son inventadas, como el WaterFire en Providence (EE. UU.), o han cambiado de lugar, como el carnaval que se desplaza desde los barrios al Sambódromo en Río de Janeiro.

Muchas son tan conocidas que dan renombre y se identifican con su ciudad. Basta decir Sanfermines para añadir Pamplona o Fallas para imaginar Valencia o Feria de Abril y Sevilla, al igual que Palio y Siena, o Carnavales y Rio de Janeiro, Venecia, Múnich y Santa Cruz de Tenerife.

El idioma inglés ha bautizado esta estrecha relación con la denominación event places y esta cualidad de los lugares y eventos de ser comunicativos, de tener memoria y de transmitir información: atrae el interés de los estudiosos. De hecho, existen numerosos estudios que analizan el origen y características de diversos eventos desde perspectivas geográficas, sociológicas o antropológicas. Son obra de especialistas que han dedicado muchos años a rescatar tradiciones, a conocerlas a fondo y darlas a conocer, y así a mantenerlas.

Existen también magníficos libros con ricas descripciones sobre la historia y forma de los espacios más reconocidos de todo el mundo. Son textos clásicos y muy difundidos, como: Towns and Buildings, de Steen Eiler Rasmussan (1969); Diseño de ciudades, de Camilo Sitte (1889); Historia de la forma urbana, de Richard Morris (1984; pero asimismo otros más recientes, como Paris, XIXe siècle. L’immeuble et la rue, de François Loyer (1987) o Great Streets, de Allan Jacobs (1995).

Pero no conozco ninguno sobre la relación entre lugares y eventos memorables. Es bien difícil encontrar documentadas transformaciones territoriales de un lugar con motivo de una celebración y, mucho más, una reflexión sobre los cambios a largo plazo acaecidos en un lugar o sobre cómo el lugar afecta los eventos. Eso nos llevó a plantear, a principios del siglo XXI, una investigación sobre el paisaje de la ciudad contemporánea: sus imágenes memorables y significativas, y las prácticas perdurables y estéticamente placenteras.1 Hablar de espacios con eventos asociados supone referirse a lugares singulares (públicos o de acceso público) y a eventos relevantes y periódicos. Supone pensar en la relación entre espacios públicos con historia, formas y significados, lugares comunicativos. Esta es una de las claves de la importancia creciente de los event places, acelerada con el marketing de las ciudades.

No nos referiremos en este breve texto al diseño de espacios públicos o a las características de las fiestas, sino a la relación entre ambos: a cómo los eventos modifican los lugares y cómo estos afectan a los eventos. Analizando diversos casos de diferentes partes del mundo, dedujimos lecciones para un proyecto urbano más sensible, que nos ayudara a mejorar el diseño de lugares comunicativos.

La hipótesis de partida de nuestra investigación fue la siguiente:

  1. Ciertos eventos dejan con el paso del tiempo su huella en los lugares.
  2. Las características de los lugares tienen clara incidencia en los eventos.
  3. Muchos de estos event places tienen características en común, por lo que resulta interesante estudiarlos para mejorar el diseño de los espacios públicos.

Escogimos un centenar de casos de estudio de Europa y Estados Unidos, y, como en todas las investigaciones, hubo que acotar, es decir, hubo que buscar criterios de selección para que los ejemplos fueran representativos. Se plantearon, pues, los siguientes requisitos:

  • Los eventos tenían que tener un carácter cíclico, no ser singulares.
  • Debían ser organizados desde una cierta tradición colectiva.
  • Efectuados en espacios públicos o de acceso y participación más o menos abierta.
  • Debían ser ejemplos bien documentados (evento y lugar) con un cierto recorrido histórico en común.
  • Debían cubrir un abanico tipológico amplio.

Identificamos tres categorías:

  • Nodales o concentrados: se desarrollan habitualmente en un ámbito limitado y definido: ya sea una plaza u otro espacio más o menos cerrado, favorecen una relación estática y próxima entre el escenario y los espectadores y un control global claro.
  • Multi-nodales o policéntricos: se producen simultánea o sucesivamente en diferentes sitios de la ciudad o del territorio. Favorece la implicación de colectivos muy diversos y la mezcla de otros grupos.
  • Lineales o itinerantes: el movimiento de un lado a otro constituye la clave del evento. Favorecen una relación más dinámica y participativa; hay mayor mezcla de participantes y espectadores, y ofrecen una visión parcial del evento.

La escala es también muy importante. La mayoría son de escala local o urbana, pero hay, asimismo, de escala territorial (como la peregrinación a Montserrat). Entre los multi-nodales algunos se desarrollan en diferentes lugares de una ciudad o lo hacen en diferentes lugares a escala territorial. Entre los lineales distinguimos entre urbanos, como los Sanfermines, y territoriales, como el Camino de Santiago.

En todos los casos analizamos cuatro aspectos fundamentales:

  • El evento: su origen; motivación; historia y cambios, y localización.
  • El lugar: su estructura física; sus dimensiones y forma, y cómo se transforma.
  • El uso: el tipo de audiencia; periodos y tipos de actividades que se desarrollan.
  • La organización: difusión; agentes que intervienen; papel de los residentes y visitantes, y la preparación y financiación.

Veamos algunos ejemplos que seguramente muchos ya conocen.

El Palio se celebra en Siena (Italia) entre julio y agosto. Diez de las diecisiete agrupaciones de los barrios en que antiguamente se divide la ciudad: compiten en una carrera de caballos en la plaza del Campo. Un trapo de tela preciosa (palio) es el premio al ganador de la carrera. Su origen data del siglo XIII, cuando se celebraba entre la puerta Romana y la plaza del Duomo (palios a la lunga).

La Patum tiene lugar en una plaza medieval de Berga (Barcelona, España), el jueves y el domingo del Corpus Christi. Consiste en bailes y saltos en los que el fuego es un elemento destacado. Empieza a las diez de la noche y se prolonga hasta altas horas de la madrugada incluyendo diferentes partes (bailes, saltos, escenificaciones). Incluye figuras como turcos y caballitos; ángeles y demonios; corre-fuegos; animales fabulosos como mula-dragón; águilas; enanos; gigantes; tambores (patum); fuego, y cohetes.

Los Sanfermines son la fiesta mayor de Pamplona (Navarra, España). Lo más relevante, el encierro, supone correr delante de seis toros bravos a lo largo de un trayecto urbano de un kilómetro. Muchos mozos y muchos extranjeros toman parte cada año en esta carrera de origen medieval. Son nueve días de juerga continua: carreras, cantos, comidas, exposiciones, copas toda la noche, ferias ganaderas y gigantes y cabezudos.

Girona en Flor (Gerona, España) es una exposición de montajes florales que desde 1954 se da en diferentes espacios del casco antiguo durante la segunda semana de mayo. Incluye creaciones artísticas e instalaciones en calles, plazas, edificios públicos singulares y en patios de casas privadas. Se trata de una oportunidad única para «descubrir» espacios que permanecen cerrados durante el resto del año, en una ciudad de origen romano y construcciones con siglos de historia.

La Danza de la Muerte es uno de los cuadros de la procesión que tiene lugar en Verges (Gerona, España) la noche del Jueves Santo cuando un grupo de diez personas vestidas de esqueleto recorren calles estrechas del pueblo danzando al redoble de un tambor (patum, patum), con antorchas encendidas y objetos que simbolizan la muerte.

Gracia es un pueblo de origen artesanal, anexionado a Barcelona en el siglo XIX, pero que conserva una notable identidad. Celebra su fiesta mayor en agosto, rememorando la tradición agrícola del viejo núcleo rural. En sus calles y plazas se levantan entoldados y escenarios fantásticos y se celebran bailes y espectáculos. El concurso de ornamentación de calles es lo más remarcable y grupos de vecinos pasan días y días construyendo fabulosas escenografías efímeras.

Una vez acabada la vendimia, comienza en Sant Sadurní (Barcelona, España) una semana dedicada a la promoción del cava. Entre los diversos actos destacan visitas a las numerosas bodegas o cavas, algunas de ilustres arquitectos modernistas; la coronación de la Reina; la elección de los Cofrades del Cava; los desfiles entre viñas ataviados a la antigua usanza, y los bailes de gigantes y filoxeras.

El Camino de Santiago, en el tramo del «camino francés», saliendo desde Saint Jean Pied de Port (en la parte francesa de Pirineos) corresponde a un recorrido de 773 km. hasta Santiago de Compostela. A lo largo de siglos lo han seguido muchos peregrinos y está jalonado de construcciones singulares, hosterías y hospitales. La llegada a la plaza del Obradoiro y las fiestas del Patrón, el día 25 de julio, son el momento culminante.

Todos estos eventos nos llevan seguramente a parecidas conclusiones: a aprender algunas lecciones como las que dedujimos de su análisis. La primera fue: los lugares con eventos asociados tienen una importancia creciente en la sociedad de la información

Asistimos a un proceso continuo de recuperación de viejas tradiciones e invención de nuevas. Una de las consecuencias de la globalización es la competencia de ciudades y territorios para atraer visitantes e inversiones y en muchos casos se produce una estrecha relación entre este refuerzo de la imagen de la ciudad y de sus lugares con eventos asociados. Si las ciudades son nodos privilegiados en una sociedad de la información: ganan transcendencia los espacios con historias asociadas, de gente y de eventos, historias que cualifican los lugares. Los lugares significativos tienen asociada una mayor carga de información y son más valiosos. Todos los ejemplos analizados gozan de una atención creciente.

¿Por qué son tan importantes? Encontramos tres razones. La primera es el deseo de disfrutar, de festejar y de hacerlo en el espacio público. En muchos países con antiguas dictaduras tiene mucho que ver con el deseo de expresarse, con el derecho a la ciudad y a los espacios públicos.

El artículo completo está disponible en el número 112-113 de la Revista Ábaco.
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