Artículo publicado en el nº 116-117 de la Revista Ábaco
Declaración firmada el 21 de octubre de 2023 en Ginebra, Nueva York y Roma
Gaza ha recibido hoy un primer envío de material humanitario vital enviado por las Naciones Unidas y la Media Luna Roja egipcia, que han transportado en 20 camiones a través del paso fronterizo de Rafah.
Si bien se trata de una cantidad limitada de material, es una ayuda imprescindible para algunos de los cientos de miles de civiles, en su mayoría mujeres y niños, que se han visto privados de agua, alimentos, medicinas, combustible y otros artículos de primera necesidad. Sin embargo, este envío es claramente insuficiente. Más de 1,6 millones de personas que viven en Gaza necesitan ayuda humanitaria urgente. Los niños, las mujeres embarazadas y los ancianos siguen siendo los más vulnerables. Los niños constituyen casi la mitad de la población gazatí.
Tras casi dos semanas de bombardeos constantes, los daños y la destrucción sufridos en las infraestructuras civiles, como refugios, establecimientos de salud y sistemas de abastecimiento de agua, saneamiento y electricidad, son enormes. Queda poco tiempo para que las tasas de mortalidad se disparen debido a los brotes de enfermedades y la imposibilidad de prestar suficiente atención de salud.
Los hospitales están desbordados de heridos y la población civil encuentra cada vez más obstáculos para disponer de alimentos de primera necesidad. Los establecimientos de salud ya no disponen de combustible y no pueden abastecerse. De hecho, todo parece indicar que se quedarán sin combustible en los próximos días. La capacidad de producción de agua está al 5% de los niveles normales y el material humanitario que se preparó de urgencia ya se ha agotado. Las personas vulnerables corren mucho riesgo y los niños están falleciendo a un ritmo alarmante, ya que se les niega el derecho a la protección, la alimentación, el agua y la atención de salud.
Antes de que estallara el conflicto, casi un tercio de la población de Palestina sufría inseguridad alimentaria. Hoy, los comercios prácticamente han agotado sus existencias y las panaderías están cerrando, mientras que decenas de miles de personas se encuentran desplazadas y no pueden cocinar ni comprar alimentos de forma segura.
Instamos a que se declare un alto el fuego humanitario y a que se permita el acceso inmediato y sin restricciones a la ayuda humanitaria en toda Gaza para que los organismos humanitarios puedan atender a la población civil necesitada, salvar vidas y evitar un mayor sufrimiento humano. Los flujos de ayuda humanitaria han de tener la magnitud necesaria y enviarse de forma sostenida para que todos los habitantes de Gaza puedan preservar su dignidad.
Solicitamos que se garantice el acceso seguro y sostenido al agua, los alimentos, la atención de salud —incluida la salud sexual y reproductiva— y el combustible, que son necesarios para prestar los servicios esenciales.
Pedimos que se proteja a todos los civiles y a las infraestructuras civiles de Gaza, incluidos los establecimientos de salud.
Reclamamos también que se proteja a los trabajadores humanitarios en Gaza, que arriesgan sus vidas al servicio de los demás.
Y pedimos el máximo respeto del derecho internacional humanitario por todas las partes.
Si, antes de que estallaran las últimas hostilidades, la situación humanitaria en Gaza ya era desesperada, ahora es una auténtica catástrofe. El mundo está obligado a hacer más de lo que ha hecho hasta ahora.
Artículo publicado en el número 116-117 de la Revista Ábaco.
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