Reseña publicada en el nº 112-113 de la Revista Ábaco

VV. AA.
Coord. Valerie Miles

Candaya Narrativa, 2021

Reseña por José de María Romero Barea
Profesor y periodista cultural

Nos retiene la narración de mónica ojeda (Ecuador), protectora si porosa, colectiva aunque individual: «El futuro era ese brillo caliente que les quemaba las tripas, el resplandor del ocaso andino sobre los frailejones». Su relato «Inti Raymi» nos lleva a través de una impersonalidad de «piedras que guardan la memoria (…) del sudor y del origen que vendrá después».

Para definir cómo somos percibidos por los demás, la literatura de paulina flores (Chile), en «Buda Flaite», privilegia la conversación («no nos complicaremos la vida: fluiremos por distintos géneros —o por ninguno— cuando nos parezca que sea el caso y se acabó»). Se auspician los juegos privados, se fomenta la asociación de «cuerpos triturados. Sobras».

El cuento de Eudris planche savón (Cuba) «Viajeras bajo la marquesina», se basa en las contorsiones de los personajes para considerar cómo nos distorsionamos para proyectar nuestra imagen: «[Ella] lo toma en sus manos y comienza a leer. La Mansfield acaba de robarme la oportunidad de intercambiar palabras».

En la narración de carlos fonseca (Costa Rica), «Ruinas al revés», actos territoriales reafirman su exclusividad: «Fue una combinación del caos y el destino la que me llevó hasta la figura de ese arquitecto austriaco en cuyos remotos delirios creí reconocer la imagen de nuestro ruinoso presente». Abre la puerta el apólogo a la diversidad de «nuestra triste fortuna (…) vivir entre aquellos ruinosos paisajes que él, más comedido, se limitó a soñar».

Consciente de que el statu quo debe conmoverse para ser cuestionado («Cómo usar las palabras para darles un significado cada vez más profundo»), la narrativa de andrea abreu (España) desplegada en «Mi nuevo yo» muestra un tapiz en expansión, un paisaje de huellas dactilares a recorrer con la mano, «vibraciones que proyectas a través de tus pensamientos y sentimientos [que] atraen a tu vida esa misma energía del universo».

En la obra de munir hachemi (España), se retuercen los argumentos: «Mientras bajaba las primeras plantas, G pensaba en la materialidad del cuerpo, en su peso, en la masa que supuestamente pierde al morir». Recorren los ojos las áreas de «Soporte vital», viaja la mente alrededor de las estructuras ilustrativas: «Pensó en cómo se verían sus dos cuerpos desde el cielo (…) si todo fuera transparente salvo ellos dos».

Descansa apenas la producción de cristina morales (España) antes de despegar hacia el significado: «Luchadoras de artes marciales, yo os canto. ¡Oh seres llenos de voluntad, atesoradoras de contundencia, contenedoras de acción y silencio!». Trepa su «Oda a Cristina Morales» por las paredes de la página en el collage de danzantes aristas de un cubo blanco «donde es difícil leer, de tanta como hay, el nombre de la potencia».

Nos saludan los autores seleccionados desde la contraportada de la publicación que los acoge en un gráfico mural. En la más reciente entrega de Granta en español (Candaya Narrativa, 2021), coordinado por la escritora, profesora e investigadora Valerie Miles (Nueva York, 1963), las líneas se arremolinan en torno a los nombres como en un cartel publicitario que mostrara a 25 de los mejores narradores jóvenes en nuestro idioma.

Reseña publicada en el nº 112-113 de la Revista Ábaco